DOPING FINANCIERO, CONCURSO DE ACREEDORES Y OTRAS TRAMPAS LEGALES
Estos días que han
transcurrido entre el final de la temporada y el comienzo de la Eurocopa ya han
servido para vislumbrar las directrices de lo que va a ser el mercado de
fichajes este verano. Con la crisis asfixiando a la mayoría de clubes se prevé
que no se acometan grandes desembolsos de dinero y que abunden las cesiones y
los trueques jugador por jugador entre los clubes pequeños y medianos. Sin
embargo entre los clubes más ricos podemos estar ante uno de los últimos
veranos en los que se abonen cantidades astronómicas en traspasos muy
superiores al valor real de los jugadores.
En la campaña 2014-15 entrará en
vigor el Fair Play financiero, medida
impuesta por la UEFA por la que en el balance anual de los clubes los gastos no
podrán superar nunca a los ingresos, para hacer frente así al doping financiero, término acuñado por
Arsene Wenger, que se refiere al déficit de los clubes cuyo dueño tiene
capacidad de asumirlo como propio en lugar de ser asumido por la entidad. Es
decir, los dueños palian el déficit mediante inyecciones de dinero al club en
forma de préstamos internos para sostener la institución. Suelen ser equipos
propiedad de multimillonarios jeques, magnates rusos, etc. que dilapidan dinero
en fichajes y que posteriormente son los que más pérdidas registran (el
Manchester City supera los 100 millones de euros en pérdidas, mientras que
Juventus, Inter y Chelsea son los siguientes en este orden superando de largo
los 80 millones). Barça y Real Madrid mantienen el pulso con estos equipos por
los desproporcionados ingresos por derechos televisivos que perciben ambos con
respecto al resto de equipos europeos. Estos ingresos televisivos sí serán
legítimos a la hora de cuadrar el balance financiero de los clubes, por lo que
el Fair Play Financiero parece que
beneficiará a los dos grandes clubes de la Liga española.
Por lo tanto, y a la espera de que
llegue la temporada 2014-15, estos equipos acusados de doping financiero van a
aprovechar seguro para fichar jóvenes talentos a precios desorbitados como base
para los años venideros en los que esta política les obligue a justificar
ingresos y gastos. Así a los fichajes ya oficiales de Hazard por el Chelsea (40
millones de euros), Marco Reus por el Borussia Dortmund (18) o Kagawa por el
Manchester United (15), se les unirán las inminentes llegadas de Hulk al
Chelsea (47) y otros que suenan fuerte como Hamsik al Bayern Munich o Jordi
Alba al Barcelona. Y no será extraño que valores en alza como Lewandowski,
Bale, Javi Martínez, Giovinco o Belhanda acaben dejando llenas las arcas de sus
clubes en busca de contratos millonarios y mayores ambiciones futbolísticas.
Mientras en España la deuda, de
puertas para adentro es insostenible. Desde que en 1992 prácticamente se
obligara a los clubes a convertirse en Sociedad Anónima Deportiva la deuda ha
ido en ascenso hasta llegar a la debacle actual. En este periodo han
desaparecido catorce clubes, y la deuda ha crecido desde los 145 millones de
euros que se registraban antes de la entrada en vigor de la Ley de Sociedades
Anónimas Deportivas hasta los 752 millones que se le adeudan solo a la Agencia
Tributaria actualmente. De hecho los
clubes que más ingresos tienen hoy son el Real Madrid y el Barcelona, dos de
los cuatro que cumplían los requisitos exigidos (además de Athletic y Osasuna)
para seguir siendo asociaciones deportivas no mercantiles.
El progresivo endeudamiento durante
estos años ha estado respaldado por una Ley Concursal que ha supuesto hasta su
reforma en septiembre de 2011, la panacea de las gestiones bochornosas de
muchos presidentes que han gastado por encima de las posibilidades económicas
de las entidades que dirigían, y el azote de los equipos que actúan de acuerdo
a su economía real sin hipotecar su futuro. Una
figura jurídica que permite aplazar pagos a las empresas en dificultades y que,
por supuesto, también afecta a los futbolistas. Esto ha desembocado claramente en una trampa
legal en la que se ha extendido su uso abusivo por multitud de sociedades
deportivas que adeudaban dinero a sus jugadores.
La aplicación de esta Ley suponía
una adulteración de la competición, tal y como se expone en el preámbulo de la
reforma de dicha Ley achacando que la igualdad en la competición "se quiebra cuando un competidor
que cumple con los requisitos establecidos por el organizador compite, en
desventaja, con quien no atiende a las obligaciones económicas y de otra índole
establecidas y busca aprovecharse de ser declarado en concurso para no tener que
respetar los mismos requisitos que los demás participantes". Y haciendo
hincapié en la imposición de sanciones añade que "la sujeción a la Ley
Concursal no impedirá la aplicación de la normativa
deportiva que
regula la competición, evitando que se pueda inaplicar y dejar sin efecto dicha
normativa". Los clubes deberán estar al corriente del pago a sus jugadores
a partir del próximo julio si no quieren ver como son descendidos de categoría.
Precisamente
los tres equipos ascendidos el año pasado (Granada, Rayo y Betis) se han
acogido a esta Ley, lo que supuso una de las causas de la convocatoria de
huelga por parte de la Asociación de Futbolistas Profesionales (sindicato que
aglutina a los jugadores) en la primera jornada de liga de este año. Mientras
en Inglaterra la solicitud del Porstsmouth para entrar en concurso de acreedores conllevó
el descenso automático de categoría (allí el que no paga no compite), en España
son ya 22 los equipos que se han acogido a la Ley Concursal sin penalización
alguna.
Existen multitud de casos flagrantes
en los que el club que se acoge al concurso sale beneficiado ante la entidad
que lleva sus cuentas al día y no gasta más de lo que ingresa. En el verano de
2010 el Betis, todavía en Segunda división, ficha al goleador del Elche Jorge
Molina por 1,8 millones de euros. El club no cumple los plazos de pago del
fichaje y poco después entra en concurso de acreedores con una deuda reconocida
de 66 millones de euros. Esa misma temporada, el Betis queda primer clasificado
y asciende directamente a Primera división, mientras que el Elche (que se ve
obligado a vender a Jorge Molina para cuadrar sus cuentas) acaba cuarto, pierde
la final por el ascenso ante el Granada (también en concurso de acreedores) y
se queda en Segunda. Con el ascenso el Betis pasa a ingresar 21 millones de
euros por derechos televisivos mientras que el Elche apenas ingresa un millón.
A principios
de esta temporada que acaba de concluir el Real Zaragoza, también inmerso en
concurso de acreedores y con la deuda más alta de todos los equipos que se
encuentran en esta situación, se hace con los servicios del portero Roberto,
que es adquirido por ocho millones de euros por un fondo de inversión afín al
presidente Agapito Iglesias y que lo cede al club maño. Fichar mediante un
fondo de inversión no deja de ser una treta más para burlar la ley y seguir
jugando con ventaja sobre aquellos clubes que mantienen sus cuentas saneadas.
Paralelamente el Villarreal, con el fin de cuadrar sus balances y mantener
saneada su economía toma la dura decisión de vender a su mejor jugador,
Cazorla. El trágico final es de sobra conocido. El Zaragoza se salva
milagrosamente, mientras que el Villarreal acaba descendiendo a Segunda con
todo lo que ello conlleva: desciende al filial que ya tenía salvado a 2ªB, deja
de ingresar 25 millones de euros de las TV además de publicidad y patrocinios,
su presupuesto pasará de los 67 millones en Primera a los aproximadamente 25 en
Segunda, por lo que tendrá que deshacerse de sus mejores jugadores, algunos de
ellos emblema del club (Borja Valero, Rossi, Diego López…).
Parece
ser que el gobierno se ha decidido a crear una nueva Ley del Deporte en la que
endurecerá las condiciones de estos clubes, permitiéndoles fichar solamente a
coste cero a los clubes que se acojan al concurso e intentando evitar que
clubes intervenidos puedan acudir a fondos de inversión que les presten
jugadores. Esta regeneración del fútbol español es totalmente necesaria, pero
poniéndonos en la piel de los clubes honrados, ¿quién le devuelve al Elche su
oportunidad única de haber regresado a Primera?¿y si no vuelve a haber
otra?¿qué pasa si el Villarreal se mete en la vorágine de años eternos de
peregrinaje entre la Segunda y la 2ªB como le ha pasado a Oviedo, Albacete o Alavés?
Parece que hemos dejado de mirar a un lado y que por fin existe intención de
cambiar esta dinámica que no hace sino ponernos en evidencia ante el resto de
países de Europa. Solo queda esperar que para estos equipos honrados no sea
demasiado tarde.
Alberto Egea Estopiñán, Revista-Kaiser nº18 11/06/2012
@esttoper
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